PERDIDOS
Como estrellas errantes
perdidas en el espacio
y en el tiempo,
permanecen nuestras almas.
Un ángel saldrá a nuestro encuentro
y nos pondrá en caminos divergentes
O paralelos tal vez,
pero siempre rozaremos con nuestras manos
la felicidad suspendida en el aire
y a racimos en cesto cuidaremos
el cariñó que hasta ahora preservamos.
Volvamos a un mundo imaginario,
donde no se interponga nube alguna
y un rayo de luz
inunde los corazones de anhelos,
guardando la belleza
de sentimientos profundos.
28/1/2010 Inés Mª Díaz