El
día en que los relojes se pararon,
anidó
en mí la vida sin futuro,
la
trastienda del pasado.
Regresar
a donde las lágrimas
donde
los espejos carecen de resplandor,
donde
las caricias ya no tienen memoria,
donde
el amor maúlla sin respuesta,
donde
las noches no tenían estrellas
y
a los días les faltaba la luz.