Dejame decirte algo...Este blog tuyo es un verdadero tesoro al cual no le das suficiente "publicidad" seguramente por falta de tiempo, y es una pena...Ojalà pudieras dedicarte un poco mas a el para que mas lo conozcan...
Una belleza de poema me ha parecido, aunque me he perdido algunas palabras porque el color de la letra se diluye un poco. Me encantaría leerlo escrito. UN placer pasar por tu blog Inés.
Mi querida Inesita, mi gran poeta tierna, perdona si en este afán de la emoción de leerte me llevó a hacer un vídeo no tan prolijo, ya tu sabes como soy, lo has recibido por el cariño que nos une y esto lo agradezco con el alma.
La letra de tu poema es este mi bella, aquí lo dejo, muchas bendiciones. Te quiero mucho.
Mujer
Es hora de correr las cortinas, que entre el viento, el sol y se lleve la mugre. Que ella se meza en la noche y deje volar su espíritu. Es hora de lavar las conciencias, de gritar y no encogerse en ningún rincón del universo. Ella busca en las esquinas de su cama el amor que no encuentra, y aunque le azote el viento, erguida se mantiene. Que las olas no la golpeen, en los acantilados también dejan huellas. Es hora de colgar los suspiros en las paredes dormidas. Que corran las cortinas, que entre el aire, que la luz se abra como se abre un libro, y que no haya ausencias y que llegue la tarde y que la noche sea buena.
Poema galardonado con el primer premio en el certamen de poesía organizado por la Asociación Extraluna. Cuya entrega tuvo lugar en el Centro de la Mujer de Huelva.
RETRATO Nací inundada de verde, diez años viviendo el campo con los hermanos: Trillo, pan, mulas, dulces, eras... La felicidad en el verde.
La juventud, el negro, el luto del hermano muerto: el primer dolor. La injusticia de mi sexo “hembra” que sólo debe conocer lo justo y necesario.
Luego vino el amor, y los hijos, y el deseo de los que no vinieron, y la obligación de ceder a las voluntades ajenas. Y el sacrificio por los hijos, y el padecimiento por los padres.
Ahora me pregunto: ¿Cuántas mujeres pude ser y no fui? ¿Quién hubiera sido yo si no hubiera sido mujer – para – los - demás?
El verde – campo, verde – esperanza con el que nací, no debe abandonarme NUNCA. Debo seguir inundada de VERDE.
Inés Mª Díaz
Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años. ABRAHAM LINCOLN
DULCES QUEJAS
Gracias Mónica por compartir
UN DULCE PREMIO
GRACIAS MÓNICA POR COMPARTIR EL PREMIO Y EL CARIÑO
PREMIO A LA AMISTAD
Otorgado por Adelaida, amiga que me ve con los ojos del alma. Gracias.
ESTE MEDIO UNE
Gracias Stella por demostrar tu cariño y amistad de esta forma, es todo un detalle.
PREMIO A LOS VALORES I Este Premio ha sido creado para promover y premiar los valores dentro de los Blogs; La Paz, la Solidaridad y la Creatividad. Gracias por tu visita y por tu compañía. Desde este momento quedas invitado@ a participar de este Premio y Compromiso de seguir compartiendo y ampliando el mismo con aquellos que tú creas que cumplen con estas tres premisas; Paz--Solidaridad--Creatividad-Solo tienes que pinchar sobre él y hacerlo crecer en tu Blog. Gracias mi querida Grabriela
Bonito montaje realizado por nuestro amigo José Luís Álvarez Trujillo
Califica mi Blog
Gregorio Marañón.
Vivir no es solo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir.
AROMA Y TIEMPO
Tú, que penetras por mis poros y trasladas en el tiempo, quiero evocar instantes que me vienen al pensamiento. Patio, jazmín y pozo, son algunos elementos. Silla baja, abuela tomando el fresco, biznaga de jazmines, a los pies de la virgen y en el pelo.
¡Aroma y tiempo!
Árboles en la calle, antes de lilas, ahora de naranjos cuyo olor a azahar, te acaricia y envuelve. A pan caliente, Abanico en movimiento.
¡Aroma y tiempo!
A marisma, a carbón quemado que el tren a su paso iba dejando. En primavera se respiraba a fiesta, a pólvora quemada, a azucena, a romero, tierra mojaday a dulces caseros. ¡Aroma y tiempo! Al amanecer, el tintineo de las mulas del carro del "aguaó”, cántaros de barro, comienza el trasiego. Olor a café y pan tostado. Hombres al campo, niños al colegio.
¡Aroma y tiempo!
Inés Mª Díaz
UN DÍA FELIZ
Zapatitos blancos caminaban sobre el terruño, hacia una iglesia improvisada. Era la única escuela. Bancos sin respaldos, cubiertos de sábanas blancas para los niños que comulgaban por primera vez. El confesionario, una sábana colgada de un ángulo del salón. Una pequeña Inmaculada presidía el altar, rebosante de todas las flores, que de su jardín llevaron las madres. Dos primas, una rubia y otra morena, unidas como hermanas, por vez primera comulgaron. Sus trajes, blancos, cortos, pero iguales, lucían pequeñas mariposas bordadas de colores, salpicadas por la falda. Era costumbre dejar hermosos dobladillos, así los trajes durarían más tiempo y se pondrían para ir a la ciudad, o visitar al médico. Al finalizar dicha ceremonia, chocolate y dulces para todos, hechos por las madres. ¡Qué tiempos aquellos!
3 comentarios:
Dejame decirte algo...Este blog tuyo es un verdadero tesoro al cual no le das suficiente "publicidad" seguramente por falta de tiempo, y es una pena...Ojalà pudieras dedicarte un poco mas a el para que mas lo conozcan...
Un afectuoso saludo
Una belleza de poema me ha parecido, aunque me he perdido algunas palabras porque el color de la letra se diluye un poco.
Me encantaría leerlo escrito.
UN placer pasar por tu blog Inés.
Mi querida Inesita, mi gran poeta tierna, perdona si en este afán de la emoción de leerte me llevó a hacer un vídeo no tan prolijo, ya tu sabes como soy, lo has recibido por el cariño que nos une y esto lo agradezco con el alma.
La letra de tu poema es este mi bella, aquí lo dejo, muchas bendiciones. Te quiero mucho.
Mujer
Es hora de correr las cortinas,
que entre el viento, el sol y se lleve la mugre.
Que ella se meza en la noche
y deje volar su espíritu.
Es hora de lavar las conciencias,
de gritar y no encogerse
en ningún rincón del universo.
Ella busca en las esquinas de su cama
el amor que no encuentra,
y aunque le azote el viento, erguida se mantiene.
Que las olas no la golpeen,
en los acantilados también dejan huellas.
Es hora de colgar los suspiros
en las paredes dormidas.
Que corran las cortinas, que entre el aire,
que la luz se abra como se abre un libro,
y que no haya ausencias
y que llegue la tarde
y que la noche sea buena.
Inés Mª Díaz
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