
EL SILENCIO
La casa ya no es la misma,
es grande el silencio.
Echo de menos
el sonido de unas llaves
que abra la puerta,
me llame o digan ¿mamá?
Sola me he quedado
sola con mi madre.
Cuando ella estaba bien
subía, me ayudaba,
ahora está conmigo
y ella lo ignora.
Ya no me conoce,
ni mira, ni habla,
ni canta ni reza
le gustaba tanto...
Aunque su mente
dejó de funcionar,
ella rezaba y cantaba.
Ya no se le oye.
De noche la echaré de menos,
su respiración me hace compañía,
no me siento sola,
estoy con mi madre.
Inés Mª Díaz