
PENTAGRAMA
Cuando la soledad
comienza a caer sobre mis hombros,
o cuando es ese día que me siento perdida,
me refugio en su canción, mi canción.
Los acordes de un violín,
me hace volver a mi jardín mágico,
pentagrama donde se encuentran
los cuatro espacios de mi vida.
En ellos van insertadas
las notas que les va correspondiendo,
en unos me recreo,
otros lo paso muy de prisa.
Comienzo a oír y el relax me envuelve,
me olvido que soy todavía materia
y empieza a volar mi fantasía,
tropezando con alguna barrera.
Poco más de tres minutos
es lo que esta ficción dura
y aunque vuelva a darle al play,
la noche se me viene encima.
4/2/10 Inés Mª Díaz