
DESPERTAR
Amanecer:
el campo es diferente.
Los pájaros habitan
en el pino junto a la casa,
apenas abre el alba los ojos
sus gargantas se despiertan.
Se oye el melódico jilguero,
la insistente tórtola turca,
el ulular de un mochuelo,
una bandada de gorriones
salen despavoridos de un naranjo
entran en picado en una higuera,
picotean los higos ya maduros,
una abubilla
con penacho de plumas en la cabeza,
sus alas y cola alistada
se pasea parsimoniosa, erguida, elegante
hacia el nido que abandonó,
con su canto monótono, trisilábico.
Los sentidos, rápidos afloran,
la vista se recrea en el paisaje
henchido de flores, arboleda,
el agradable frescor de la mañana,
el ladrido lejano de unos perros.
Me llega un aroma a café
que a sorbo tomaré en el porche
oyendo el murmullo del agua.
15/8/09 Inés Mª Díaz