
ÁLAMO CENTENARIO
Buscamos un lugar
donde anduviste tantas veces...
donde soñabas vivir tus últimos años,
no pudiste conseguir esa ilusión.
Atravesamos campos de girasoles
y encontramos restos
de nuestra casa derrumbada,
en ella vivimos nuestra infancia,
nos pareció inhóspito.
Buscamos un lugar en La Ribera
donde prevaleciera el verdor, los árboles
y a los pies de un álamo negro centenario
lo que quedaba de materia…
reposaba.
Tus hijos, con lágrimas de ti se despidieron
y volvimos a pasar por donde tantas veces
jugamos en nuestra infancia.
Permanecía de pie el colegio,
calles y lugares
para nosotros emblemáticos,
donde tantas veces pusiste la red
con reclamos de jilgueros colgados,
llegaban sedientos a beber
y atrapados quedaban.
Volvimos satisfechos
pensando que en ningún otro lugar
hubieras deseado
permanecer para siempre,
que a los pies
de ese álamo negro centenario.
Todos te recordamos.
Inés Mª Díaz
29 / 7 / 2009