
UN MUNDO DE LUZ
Desde la distancia
se podía contemplar.
Todo era como una fantasía
en un mundo efímero de colores.
Castillos azules, rojos y malva
se derrumbaban en el agua,
cometas dorados surcaban el cielo,
estrellas de plata,
palmeras verdes,
bolas brillantes,
y frenéticos remolinos
iluminaban las caras
del gentío que observaba.
Y toda esta alegoría
en la ría se apagaba.
Inés Mª Díaz
2 comentarios:
Inés, muy bello este poema de luz y color.
Me ha encantado.
Un abrazo grande
Ana
Me alegra verte por este humilde espacio. Muchos besos, Inés
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