A INÉS DÍAZ RENGEL

ELLA EN EL TIEMPO

AMOR QUE NO CESA

QUIERO

LA HIGUERA

En Córdoba por la Paz

Narrando en Punta Umbría

NARRANDO EN CÓRDOBA POR LA PAZ

Seguidores

lunes, 13 de julio de 2009

PINCELADA BUCÓLICA















PINCELADA BUCÓLICA
Una alfombra verde y mullida
parecía el campo donde el niño jugaba.
La China y Danko,uno a cada lado
a él custodiaban.
Si se le acercaban,
cerraba los ojos y se estremecía,
era natural,los perros a su lado
en comparación parecían caballos.
De pronto vimos sobre un arbusto
llamado lantana,
mariposas blancas con lunares negros
revoloteaban.
Con sus espirales trompa
de las flores el néctar extraer querían
y la China saltaba queriendo atraparlas.
El niño observando lo que hacía la perra
reía a carcajadas una y otra vez
y no se cansaba.
Esta bella imagen del niño,los perros,
las plantas,las mariposas blancas
con lunares negros y sus carcajadas,
a mí en la retina me quedó grabada.

A mi nieto Javier
para que conozca
una escena de
su infancia.

Noviembre 2001 Inés Mª Díaz

4 comentarios:

Rossana Hasson Arellano dijo...

No hay día de mi vida que no recuerde aquellas narices frias y el contacto en mis talones de mis perros...
Los años han pasado, la vida me invitó a formar familia, vinieron los hijos ( a mi esposo no le agradan los animales) y ami el patio cada día se me hace más grande...
En fín, ya llegará el día en que pueda abrazar un nuevo cachorrillo de pastor alemán , mi corazón lo sabe...
HE SENTIDO mucho este poema tuyo, por todo lo que te he narrado
Un agrado conocerte
Gracias por abrir las puertas
Rossana

Unknown dijo...

Linda historia para que la recuerde el nieto. Vale, abrazos de Julia

http://juliesusfotosyescritos.blogspot.com

Inés María Díaz dijo...

Si supiera Rossana que los perros eran idéntico a los de la foto, solo que el pastor era de pelo largo, los perros eran de mi hermana y se hicieron mayores y los pobres murieron. Un beso grande, Inés

Inés María Díaz dijo...

Eso espero Julia, sabes que cuando pasa el tiempo se olvidan muchas cosas y al ser el niño tan pequeño de más veras, ahí tiene para que no se le olvide. Un abrazo muy grande, Inés